Horalia Valdez llegó hace una década a Nueva York sin hablar español ni inglés, y los primeros ocho años los pasó encerrada en su casa
Horalia Valdez llegó hace una década a esta ciudad sin hablar español ni mucho menos inglés, y los primeros ocho años los pasó encerrada en su casa, aislada, saliendo solamente para comprar alimentos y llevar a sus dos hijas a la escuela.
“Pasé cosas muy difíciles, y me quedaba encerrada. No quería saber de nadie, no hablaba. Solo llevaba a mis hijas a la escuela, no me comunicaba yo con nadie, con nadie”, insistió Valdez con seguridad, en un español que ahora suena perfecto.
Mixteca del estado de Guerrero, Valdez llegó a Nueva York cuando solamente tenía 16 años de edad, para sumarse a los hasta 280 mil mexicanos que viven en la zona triestatal –que incluye también Nueva Jersey y Connecticut– cuya primera lengua es indígena.
“Cuando llegué mi español estaba muy mal, porque yo no lo hablaba allá en México. Lo tenía en la cabeza, porque mi papá nos hablaba en español, aunque yo le respondía en mixteco”, aseveró en entrevista con Notimex.
Luego de tomar clases para adultos –que han sido suspendidas por recortes al presupuesto de la ciudad– fue que Valdez consiguió la seguridad necesaria para comunicarse en español y para entender inglés.
“Sé de gente que llega aquí sin una sola palabra de español y se la pasa más difícil. Le doy a gracias a Dios que mi papá por lo menos me habló en español por el tiempo que me crié con él. Lo traía, y aunque no lo hablaba era cuestión de practicar”, afirmó.
Juan Carlos Aguirre, director de Mano a Mano –organismo dedicado a preservar la cultura indígena mexicana en Nueva York– calcula que en al área triestatal entre 15 y 20 por ciento de los mexicanos habla una lengua indígena como primera lengua.
En el área triestatal, de acuerdo con el consulado de México en Nueva York, habitan alrededor de un millón 400 mil mexicanos, lo que significa que existen hasta 280 mil hablantes de una lengua autóctona.
“Depende de la etnia, pero hay otomíes, por ejemplo, que solo hablan esa lengua, y que crean sus propias redes en la ciudad y se mueven en esos submundos, como algunos latinos que nunca aprenden inglés, aunque en su caso el círculo es más reducido”, manifestó Aguirre.
Sin español, y sin la identificación que este idioma da a los latinos que viven en Estados Unidos, algunos indígenas mexicanos “están en una situación muy vulnerable. Y no se pueden defender de abusos”, consideró Aguirre.
Otros indígenas prefieren simplemente evitar el aprendizaje del español y optan por concentrarse en el inglés, incluso porque para muchos es más fácil, por las propias estructuras de su lengua.
“Es una decisión que ellos deben tomar, qué idioma desean aprender. Lo importante es que conserven su lengua indígena, y para eso trabajamos nosotros, para insistirles sobre el valor que tiene su cultura”, enfatizó Aguirre.