El fundador de WikiLeaks está dispuesto a colaborar con Estocolmo, asegura Baltasar Garzón, abogado del periodista australiano
El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, no está huyendo de la justicia de Suecia pero quiere garantías de que un eventual viaje a ese país no sea una escala previa a una extradición a Estados Unidos, dijo el miércoles el coordinador de su defensa, el español Baltasar Garzón.
Assange está refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres para evitar ser extraditado a Suecia, que lo busca por acusaciones de supuesta agresión sexual, y de allí a Estados Unidos.
«Queremos ir a Suecia (…) estamos en disposición de demostrar que no hay ningún hecho delictivo y que las imputaciones son inconsistentes», señaló Garzón en una rueda de prensa con periodistas extranjeros en Madrid.
«Lo que queremos es (…) tener las garantías que ése no sea el paso previo a una extradición a Estados Unidos por WikiLeaks».
La reclusión de Assange en la embajada ha abierto un conflicto diplomático entre Ecuador y Reino Unido, que ha amenazado con entrar en la sede diplomática para cumplir la orden judicial de entregar a Assange, ciudadano australiano, a la justicia sueca. Pero luego el incidente fue superado.
Assange ha recibido asilo político de Ecuador y afirma que Estados Unidos pretende que se lo extradite desde Suecia para juzgarlo por la revelación de miles de cables diplomáticos secretos estadunidenses a través de la web de WikiLeaks.
El Gobierno de Estados Unidos, que está juzgando a un soldado acusado de proporcionar la información a WikiLeaks, ha negado tener en marcha un proceso judicial sobre Assange.
Suecia ha afirmado que no lo extraditará a Estados Unidos si hay riesgo de que sea condenado a la pena de muerte.
El ex magistrado español dijo tener información de que las autoridades estadunidenses están trabajando en un caso contra Assange relacionado con WikiLeaks.
«Existe el procedimiento, creo que eso está fuera de toda duda», afirmó, señalando que «se le ha catalogado como enemigo de Estados Unidos, con la restricción de derechos que ellos supone».
En cuanto al futuro inmediato de su defendido, Garzón señaló que las decisiones deben tomarse a nivel político y diplomático entre los países implicados.
«A mí me gustaría que Suecia y Ecuador llegaran a un entendimiento», dijo el jurista.