Para enfrentar a los cárteles mexicanos, el Senado de Ohio en Estados Unidos aprobó una nueva ley que prohíbe los compartimientos ocultos dentro de vehículos, con lo cual se facilitará a las autoridades procesar a los traficantes de drogas, indica información del Congreso estatal.
En el último año aumentó el tráfico de drogas en el área de mayor intensidad de Ohio, particularmente se observó un incremento en heroína y prescripciones de medicamentos, señala un reporte del Centro Nacional de Drogas del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
El reporte que hace un análisis específico de Ohio, cuya copia tiene EL UNIVERSAL, destaca que el tráfico de heroína ha sobrepasado al de cocaína en esa zona.
“En la región de mayor intensidad de Ohio se incrementó la disponibilidad de heroína, porque aumentó el abastecimiento de la heroína mexicana. El aumento de tráfico de heroína resultó en mayor abuso en el consumo y en los crímenes relacionados, llevando a las agencias de la ley a identificar a la heroína como la mayor amenaza en la región”, se destaca.
Con la decisión del Senado de Ohio que será ratificada a fines de ésta semana, la policía local y la estatal podrán detener así como procesar a aquellas personas que cuenten con compartimientos secretos en sus vehículos para traficar droga y en otros casos para ocultar armas, lo cual no podían efectuar hasta ahora, se indica.
La medida, que representa un esfuerzo para enfrentar el narcotráfico, ha despertado quejas de organizaciones de derechos civiles, sin embargo, el incremento de tráfico utilizando éste método, especialmente de narcos mexicanos, provocó la resolución, indica la información.
Los criminales mexicanos continúan traficando cocaína, pero se ha observado un descenso en el consumo, además de que se han incrementado los decomisos, arrestos y tratamientos relacionados con esa droga en Ohio, destaca el reporte del Departamento de Justicia.
Sin embargo, agrega, se proyecta que la cocaína, como las metanfetaminas continúen siendo traficadas hacia Ohio por narcotraficantes mexicanos, y aun cuando los cargamentos sean bajos comparados con los de heroína, “son suficientes para atender la demanda de la región”.