Tímidas vs. Sexuales y atrevidas

¿Qué es ser sexual y atrevida? ¿Por qué estas mujeres son tan intimidantes?

Según un artículo publicado por el psicólogo norteamericano y experto en sexualidad, David J. Ley, una mujer sexual se define porque desea o tiene más de siete orgasmos a la semana, entre otros aspectos.

El psicólogo, que también es autor de libros que derriban mitos sobre la adicción al sexo, plantea que las mujeres se sienten amenazadas por sus pares, porque simplemente, les resulta aterradora esa conducta.

“A las mujeres se les enseña a reprimir su sexualidad y cuando ven a otra mujer rechazan esa enseñanza y a esa mujer, debido a que puede desencadenar un conflicto interno que la lleva a cuestionarse qué pasaría si ella comenzara a expresar su deseos sexuales”, explica.

Además, indica que este conflicto de mujer a mujer es un vestigio de los días en que la sexualidad y su capacidad reproductiva eran los únicos recursos económicos que tuvo que negociar para recibir apoyo y atención para ella y sus hijos.

Pero, ¿las mujeres somos tan envidiosas y rivales?

Para la terapeuta de parejas María Inés Zavala, la envidia y la rivalidad entre mujeres siempre ha existido y en muchos aspectos de la vida. Sin embargo, ella lo atribuye a la poca fe que cada una se tiene a sí misma.

“En general creo que la mujer es muy insegura y temerosa de esas mujeres, y en consecuencia, eso de odiar a las mujeres atractivas está relacionado con la seguridad de la persona y su autoestima”, sostiene.

Entonces, para ella es obvio que habrá mala onda frente a una mujer sexy, atractiva y atrevida, ya que será la reacción inmediata frente a la frustración, envidia y miedo que le causa, la sola posibilidad, de que su pareja se fije en ella. Le hace sombra.

“Ahora, si vives una vida sexual plena, no hay nada que temer. Pero nos cuesta ser nosotras. No sabemos quiénes somos y creemos que siempre la otra es mejor que una”, advierte.

Aunque también para la terapeuta ese «odio», aunque suene fuerte, es más bien una manifestación extrema de la envidia. “Los peores casos se darán en mujeres con baja actitud erótica, poca sensualidad y con una autoestima muy baja, porque lo más seguro es que se sienta sumamente disminuida ante una mujer que se siente atractiva y actué con mayor sensualidad”, deduce Zavala.

¿Sexualidad reprimida?

Tal vez, el caso de Samantha Jones en Sex and the City en la TV, es uno de los mejores ejemplos de una sexualidad libre, sin complejos y “aceptados” en una mujer por el género.

Porque quiera uno o no, al parecer, la sociedad sigue reprimiendo la sexualidad, sobre todo en las mujeres.

“Aún quedan resabios de una crianza represiva, limitada, juzgada y controlada, pero vamos avanzando de a poco”, opina la terapeuta sexual María Inés Zabala.

Claro, pero ese reconocimiento pasaría, de acuerdo a lo que ella afirma, por aceptar que somos morbosos, eróticos, promiscuos, sexuales…»

De todos modos, hay que destacar e insistir que una mujer empoderada y que se siente bien consigo misma es libre de poder expresar su atractivo de acuerdo a lo que piensa la psicóloga Nina Bascou.

Para esta especialista, detrás de todo esto hay aún un enorme peso del machismo. “Aunque pareciera que estamos tan liberadas, yo veo que sigue plenamente vigente el mandato de ser ‘señorita’ y de que tener deseos, expresar el propio poder sexual y ser una mujer-hembra es peligroso”,agrega.

Para no odiarlas

A pesar de las diferencias, María Inés Zavala, cree también que esa rivalidad también nos hace amigas. Es una relación de amor y odio.

“El género femenino es competitivo y la mujer por esencia desea ser la mejor, tener el mejor cuerpo, la más simpática, amorosa, pero cuando se encuentra con alguien que se le asemeja o le compite se convierte en su rival número uno”, comenta.

Pero, cree que esa rivalidad no tiene porque ser a muerte, sino que puede ser momentánea y la amistad puede surgir una vez que se haya pasado la amenaza.

Es que la rivalidad también puede tener su lado bueno, si es que se toma como un juego que estimula el mantenerse vigente, atractiva, sabiendo que hay “competencia”.

“Pero cuando llega a extremos es negativa, porque merma la solidaridad y compromiso de género e impide generar vínculos de amistad y de compañerismo genuinos, dejando una soledad y vacío de estar con pares”, agrega la psicóloga Bascou.

“Si tu pareja se va con una alguien más me alegro porque no valía la pena como compañero de vida. Tener seguridad y confianza en uno es vital. Mírate al espejo y que te guste lo que ves porque eso se transmite hacia los demás. Parte por ti para irradiar al resto”.

En ese sentido, las expertas llaman a las mujeres a liberar su instinto y dejar de temer a la sexualidad por mantener la aprobación social.