Tras balacera en Washington, reviven el debate sobre armas en EU

WASHINGTON, 18 de septiembre.– La mortal balacera ocurrida en el corazón de la capital de Estados Unidos reavivó el debate sobre el control de armas, aunque por el momento es imposible saber si trascenderá a nivel legislativo, donde los proyectos de ley en ese sentido se encuentran congelados por la oposición.

El presidente Barack Obama criticó ayer de nueva cuenta al Congreso por su negativa de aprobar la verificación de antecedentes penales para compradores de armas.

“El hecho de que no tenemos un sistema lo suficientemente firme para la revisión de antecedentes es algo que nos hace más vulnerables a estos tipos de tiroteos masivos”, dijo Obama en una entrevista con la cadena televisiva Telemundo.

“Sí me preocupa que esto se convierte en un ritual que tenemos cada tres, cuatro meses, en los que tenemos estos horrendos tiroteos masivos. Todos expresan un horror entendible… y, sin embargo, no estamos dispuestos a tomar algunas acciones básicas”, se quejó el mandatario.

“El Congreso va a tener que actuar”, afirmó Obama un día después del tiroteo.

Obama también recordó que a raíz de la matanza en Newtown su gobierno ha puesto en marcha una serie de medidas que no necesitan aprobación del Congreso para reducir la violencia.

Por su parte, el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, enfocó sus baterías contra los republicanos en el Congreso, que están escuchando voces de algunos intereses especiales, dijo en referencia a la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés).

“Cuando votas en contra de 80% o 90% del pueblo estadunidense, cuando votas en contra de la mayoría de tus electores, en respuesta o por órdenes de un pequeño grupo de interés, le estás sirviendo a ese grupo, no a los electores”, se quejó Carney.

Aunque algunos demócratas votaron en abril contra una medida que habría requerido la verificación de antecedentes para las ventas en línea y en ferias de armas, Carney dijo que el problema radica “abrumadoramente” en el Partido Republicano.

Incluso después de una condena nacional por el asesinato en diciembre pasado de 20 niños y seis adultos en una escuela primaria de Newtown, en Connecticut, el presidente Obama no fue capaz de obtener el apoyo de legisladores para cambios sustanciales.

El tiroteo del lunes en una instalación de la marina en
Washington, un antiguo astillero que es sede de oficinas administrativas, fue al menos la séptima matanza con armas de fuego durante la presidencia de Obama.

Personas de ambos bandos del debate ofrecieron sus condolencias a las víctimas del ataque del lunes, en el que murieron 13 personas, entre ellas el agresor. Funcionarios de los cuerpos de seguridad dijeron que el atacante, Aaron Alexis, de 34 años, tenía serios problemas mentales e incluso escuchaba voces en su cabeza.

“¿Cuándo será suficiente?”, preguntó la legisladora demócrata Dianne Feinstein, una de las principales defensoras de la legislación del control de armas en el Senado en un comunicado por escrito.

Al respecto, Dan Gross, presidente de la Campaña Brady para Prevenir la Violencia con Armas de Fuego, aseguró en un comunicado que “si bien es demasiado pronto para saber cuáles políticas podrían haber evitado esta última tragedia, sabemos que las políticas que presentan una oportunidad real de salvar vidas permanecen estancadas en el Congreso, políticas que habrían evitado muchas de las decenas de muertes que resultan de la violencia diaria con armas de fuego”.

Familiares de víctimas de tiroteos van al Congreso

Las declaraciones del vocero de la Casa Blanca se produjeron un día antes de que unos 90 activistas y familiares de las víctimas del tiroteo en Newtown comenzaran una visita al Capitolio para ejercer presión.

Además, el grupo Alcaldes contra las Armas Ilegales programó una movilización para mañana para retomar la campaña de presión a favor de la medida que fracasó en el Congreso.

Rinden un homenaje a los fallecidos

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, y altos mandos de las fuerzas armadas honraron ayer a las víctimas del tiroteo del lunes en instalaciones de la marina, donde perdieron la vida 13 personas incluido el atacante.

La breve ceremonia en el Monumento a la Marina se llevó a cabo mientras las autoridades continúan sin pistas sobre los motivos del ataque.

Acompañado por el jefe del Comando Militar Conjunto, almirante Martin Dempsey, el secretario Hagel colocó una ofrenda frente a la estatua que marca el monumento, a unas calles de la Casa Blanca.

Después, el grupo hizo una breve guardia teniendo como fondo las melancólicas notas de “taps”, la corta pieza ejecutada en funerales militares, que interpretó un miembro de la marina.

Las autoridades dieron a conocer los nombres de las víctimas, la mayoría de ellos empleados civiles del Depósito de la Marina.

Entre ellos figuran Alexis Michael Arnold, de 59 años; Arthur Daniels, de 51; Sylvia Frasier, de 53; Kathleen Gaarde, de 62; John Roger Johnson, de 73: Frank Kohler, de 50; Vishnu Pandit, de 61; Kenneth Bernard Proctor, de 46, y Mary Knight, de 51 años.

Verificarán la seguridad

Por otra parte, un funcionario del complejo atacado informó que el secretario de la marina, Ray Mabus, ordenó una revisión de la seguridad en todas las instalaciones de la armada.

La marina realizará dos “revisiones físicas de seguridad” en las bases de la institución.

Una auditoría inicial tiene por objetivo “garantizar que las normas de seguridad vigentes en la actualidad se mantienen”, dijo un responsable de la institución en un correo electrónico.

La segunda revisión es una “auditoría de seguridad más amplia para garantizar que normas de seguridad adecuadas sean aplicadas”, dijo el funcionario sin dar más detalles.

Una fuerte controversia surgió ayer con la revelación de la revista Time de un informe de la Inspección General del Pentágono que señala fallos en los controles para el acceso a las instalaciones de la marina, debido a los recortes presupuestarios vigentes.