CIUDAD DE MÉXICO, 25 de octubre.- El teléfono celular robado a Miguel Ángel el martes pasado fue ubicado y rastreado en al menos tres delegaciones de la Ciudad de México, pero no se pudo identificar a la persona que lo portaba para detenerla.
Gracias al sistema de posicionamiento global del apararto, las autoridades lo detectaron primero por la zona de la carretera Picacho-Ajusco en la delegación Tlalpan, luego en Álvaro Obregón y por último en el centro de Coyoacán.
Autoridades cercanas al caso advierten que aproximadamente a las 15:00 horas del miércoles pasado el teléfono fue detectado, pero se perdió la señal y no ha sido captada nuevamente, por lo que se presume que el teléfono fue vendido y no se ha encendido de nueva cuenta.
Otra hipótesis es que el celular fue vendido horas después del asalto y la persona que lo compró visita regularmente dichas demarcaciones, por lo que la buscan para que identifique quién le vendió el aparato.
Miguel Ángel murió el martes, aproximadamente a las 06:45 horas, cuando esperaba, en la esquina de su casa, el microbús que lo llevaría a la escuela. Testigos advierten que tres sujetos le exigieron que les entregara sus pertenencias y, al negarse, lo apuñalaron en el corazón, por lo cual perdió la vida casi de manera instantánea.
Hasta el momento, las autoridades no cuentan con una descripción física del probable responsable, quien vestía una sudadera a rayas con capucha. Las cámaras de seguridad de la ciudad no lo captaron, pero sí una cámara de vigilancia de un particular que lo grabó cuando huía.
Ese video fue entregado a la Fiscalía Desconcentrada en Tlalpan, donde se integra la averiguación previa FTLP/TLP-2/T1/1883/13-10. La persona que presenció el homicidio indicó al Ministerio Público que no logró verle el rostro al atacante, pues llevaba la capucha puesta y aún no amanecía por completo.
El testigo explicó que observó cómo se jaloneaban, pero pensó que jugaban. Inclusive dijo que luego de perpetrado el robo, Miguel Ángel intentó seguir a sus atacantes, pero por la herida se desvaneció metros después.