CIUDAD DE MÉXICO, 17 de octubre.- Los ex secretarios de Energía Francisco Labastida y Jordy Herrera advirtieron a los senadores que sin una reforma constitucional México está en riesgo de perder el bono energético que tiene, porque Pemex no puede en solitario extraer toda la riqueza petrolera y de gas en el subsuelo.
“La ventana de oportunidades no está abierta permanentemente”, dijo Labastida.
A su vez, el politólogo Carlos Elizondo Mayer-Serra llamó la atención en que la forma incorrecta en que Pemex gasta el dinero de la venta petrolera implica que la propia empresa resta el valor de una renta que pertenece a todos los mexicanos.
Por su parte, el rector de la UNAM, José Narro Robles, destacó que si bien a México le urgen una serie de reformas para salir de la medianía, éstas no pueden hacerse a toda costa, pues es necesario romper ataduras pero sin sacrificar soberanía.
“Para definir las opciones de una reforma energética no ayudan posturas maximalistas, pero tampoco las de quienes ven la reforma sólo como una oportunidad para hacer negocio. La riqueza energética es de todos y debe ser usada para promover el desarrollo nacional y para alcanzar niveles pertinentes de justicia social”, precisó Narro.
Ayer, en el último día del Foro Energético en el Senado para construir la reforma constitucional, todos los participantes coincidieron en la necesidad de fortalecer los órganos reguladores antes de abrir el sector a la competencia, así como voltear a las universidades para generar tecnología propia, pues mantener la dependencia hacia el extranjero sería contraproducente.
Francisco Labastida consideró que hay consciencia de que los problemas no se arreglan solos ni con la inercia, y que es necesario actuar; logarlo requiere cambiar leyes, pero también estrategias y tener mejores políticas públicas, así como mayor eficiencia, más productividad y mucho mayor transparencia en las empresas públicas, dijo.
Explicó que la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto mantiene la propiedad de la nación sobre los hidrocarburos y las grandes empresas energéticas, Pemex y CFE, y afirmó que no hay concesiones ni contratos de riesgo.
“La iniciativa de reforma constitucional evita dar concesiones, pero crea nuevos instrumentos que permiten fomentar la inversión y la tecnología de punta; la clave está en que Pemex y CFE mantengan las explotaciones que están realizando, una especie de ronda cero, pero sobre todo que se puedan asociar para que se multiplique así el capital disponible y obtengan tecnología de punta.
“Sólo así será posible tener energía barata, crear muchos empleos, impulsar la producción de fertilizantes y de petroquímica y mejorar la eficiencia de las refinerías”, detalló.
Planteó que Pemex sólo cuente con dos áreas, la de Exploración y Producción y la de Industrialización de Hidrocarburos, y fortalecer a los órganos de control del Estado para que regulen la competencia.
Jordy Herrera comentó, en tanto, que en el entorno cambiante a nivel mundial “ya no se puede concebir a una empresa única al servicio del Estado, que sea igualmente exitosa y rentable en la explotación y producción tanto como la transformación, el transporte, el almacenamiento y la distribución de productos.
“No se puede concebir ya una empresa única al servicio del Estado, eficiente y productiva en aguas profundas, y al mismo tiempo eficiente y productiva en campos no convencionales. En el futuro próximo no concibo un Pemex más grande en tamaño, sino un Pemex más eficiente, más rentable, más sólido”, destacó.
Consideró que la reforma energética debe permitir que México vaya por el petróleo en aguas profundas, pero también a los yacimientos no convencionales, para explotar el gas.
De igual forma, dijo, crear un fondo soberano, que es la única garantía de auténtica dependencia ante el exterior, y por lo mismo, es el único ente que debiera gozar de autonomía constitucional, dado que en él, en ese fondo, radicará la riqueza distribuible para las siguientes generaciones.
Llamó la atención en que la reforma deseable es aquella que incorpora todos los retos y todas las restricciones y que permite que éstas se puedan transformar en riqueza para los mexicanos.
La reforma indispensable, señaló, es la que permitirá contar con más insumos energéticos en el menor tiempo posible, que se centra en los yacimientos no convencionales, y la reforma posible es la que en términos de visión y generosidad construyen y entreguen los legisladores federales.
Recuerdos de hace cinco años
Carlos Elizondo Mayer-Serra partió de la tesis de que Petróleos Mexicanos y ninguna empresa en el mundo puede hacer sola lo que se espera que Pemex haga; recordó que no se trata de que carezca de dinero, porque lo tiene, pero la mayoría se canaliza al gasto público, a tareas que no tienen relación con el ámbito energético, y el poco que le queda lo gasta mal, dijo, o lo tiene comprometido.
Quizá como porcentaje del costo, señaló, el peso de la nómina de Pemex no es tanto, “pero el pasivo laboral de Pemex hoy vale nueve puntos del PIB, que es dos veces lo que se espera que obtenga el gobierno federal el año entrante por la renta petrolera; es decir, son dos años enteritos de renta petrolera que se han ido a un régimen de pensiones, que ningún otro mexicano tiene y, ojo, un tercio de este pasivo laboral es por Pemex Refinación, que es uno de los costos ahí escondidos muy altos que tenemos”.
El especialista, quien hace cinco años participó en los foros petroleros, también del Senado, recordó que en esa ocasión él fue de los pocos que pidió una reforma constitucional, que a fin de cuentas no se logró.
“Cómo estaría hoy el país si hace cinco años hubiéramos reformado el sector, tal y como hoy lo propone el presidente Enrique Peña Nieto. El país estaría mucho mejor, habríamos avanzado en muchos de estos cuellos de botella y problemas que hemos señalado a lo largo de estos foros, pero no cometamos el mismo error.
“Dotemos al país del mejor régimen jurídico posible y, con todo respeto al general y presidente Lázaro Cárdenas, éste no es el que él mandó, pidió fuera aprobado después de la expropiación petrolera de 1938; el mejor lo conocemos porque hay muchos países que han logrado reformas importantes abriendo al máximo su sector”, destacó.
Por la tarde, en la última sesión, participaron el rector de la UNAM, José Narro Robles; el rector de la Universidad Autónoma del Carmen, José Antonio Ruz, y Arturo Molina, representante del ITESM.