GINEBRA, SUIZA (09/ENE/2013).- El fracaso de la política contra el narcotráfico y la inequidad en la distribución de los ingresos son los mayores riesgos que encuentran para América Latina (AL) unos 1,000 empresarios globales consultados por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus sigla en inglés).
De acuerdo con los resultados de la encuesta 2013, incluida en el “Informe sobre riesgos globales”, los industriales consideran que las políticas públicas se han recargado en la lucha frontal contra las organizaciones del narcotráfico. Y han dejado en un segundo término los programas dirigidos a educar en la salud para prevenir y erradicar el consumo de este tipo de estupefacientes, enfatizaron.
En el segmento dirigido hacia América Latina, los industriales refirieron que con esta “política ineficiente”, no sólo se ha incumplido la meta de abatir el narcotráfico, sino que se han distraído importantes cantidades de recursos públicos.
La percepción que tienen los empresarios sobre la región es que hay una “omnipresente y arraigada corrupción”, lo que consideran es un tercer factor de alto riesgo para los próximos 10 años.
Acerca de los riesgos ambientales en AL, evidenciaron que la crisis en el abastecimiento de agua y el aumento en las emisiones de Gases de Efecto Invernadero son parte de los mayores problemas que enfrentará la región en la década que corre.
El reporte, donde el WEF rastrea los 50 mayores riesgos que encuentran los industriales para la próxima década, se identifican a los tres factores de mayor preocupación: los desequilibrios fiscales de las economías más grandes del globo, la persistencia de la crisis financiera y el cambio climático.
En opinión de los hombres del dinero, la crisis financiera mundial persiste y ha debilitado a la economía. Con ello se han erosionado las arcas públicas, limitando la capacidad de respuesta de autoridades para otro tipo de eventualidades.
“A medida que se prolonga la crisis financiera, se pronuncian también las graves diferencias de ingreso seguidas por los desequilibrios fiscales crónicos”, refirieron.
Según la lectura de los especialistas del WEF, estas respuestas reflejan la actual preocupación por la deuda soberana y unas perspectivas ligeramente más pesimistas en general para los próximos 10 años.
“Los gobiernos podrían dar lugar a nuevas parálisis económicas y la crisis de la eurozona podría llegar a un punto crítico y potencialmente desestabilizar al sistema financiero global”, acota.