Deja la escuela para cambiar pañales, no dimensiona su responsabilidad

Guadalajara • Margarita es una adolescente de 16 años de edad y ya espera en su vientre un bebé. Una noche antes de entrar al quirófano del Hospital Materno Infantil Esperanza López Mateos, la jovencita espera junto a su madre en la banqueta que sus tres centímetros de dilatación lleguen a ser los necesarios para que los doctores le indiquen que le toca ingresar al quirófano. Le dijeron que le iban a realizar una cesárea para que nazca su bebé debido a que su estrecha cadera no está tan desplegada por su corta edad.

Su vida ha cambiado, tuvo que dejar la escuela cuando cursaba el segundo grado de secundaria, su vientre era muy evidente y por la vergüenza que sentía con los compañeros optó por abandonar las aulas y esperar a su hijo descansando en su domicilio, además por prescripción médica tenía que estar en reposo ya que tenía riesgo de un aborto.

“Me salí de la escuela porque mis compañeros me veían mal, era la única que estaba panzona y mejor me salgo y tal vez más adelante le sigo”, dijo la menor de edad que muestra su dolor en el rostro por las contracciones que sufre.

A sus 16 años aún no dimensiona la responsabilidad de traer un bebé al mundo y tendrá que lidiar con una nueva forma de vida al lado de su novio del que tiene esperanza que se haga responsable.

A pesar de estos problemas Margarita se siente feliz por tener a su bebé, por su parte a los padres de la futura madre también les resulta difícil el cambio, ya que se convierten en abuelos y serán ellos los que se harán cargo del recién nacido.

El embarazo en adolescentes (15 a 19 años) es un tema de importancia en salud pública ya que la mayoría inician su actividad sexual sin la debida protección y desconocimiento del uso de anticonceptivos lo que las expone no sólo a un embarazo no deseado, sino también a enfermedades de transmisión sexual. Según el INEGI el 61 por ciento de las mujeres no usan protección en su primer encuentro sexual.