CARMEN ALICIA CASTELO RUBIO.
De plano que los “Representantes” del pueblo, al exhibir los argumentos que sustentaron sus votos para darle otro golpe de bolsa a Juan Pueblo sin un verdadero análisis de fondo de la situación, siguen tercos en querer verle las orejas a Juan Pueblo con toda la irrespetuosa dimensión de su falta de compromiso ciudadano exigiéndole, además, que no se llame a robado sino “beneficiado” con tamaña mochada que le están recetando y aplicando al patrimonio municipal
En el trienio pasado, igual que el anterior y el anterior y el anterior y el anterior, los representantes populares se sirvieron con la cuchara grande del pozole de los bienes y presupuestos públicos y al grito de: “El que agandalla no batalla”, le bajaron a Juan Pueblo, parques, calles, jardines, banquetas, plazas, playas, etc.
Para hacerlo, argumentaron, igual que hoy, que no tuvieron tiempo de analizar documentos porque se los dieron al cuarto para las doce, que buscaban hacerle un “BIEN” a Vallarta, que Vallarta debía de modernizarse, debían tener una visión de futuro, Vallarta debía afianzarse como destino, que debían de “RESCATAR” las áreas públicas cuyo deterioro permitieron y fomentaron y, al final de cuentas, que se les tuviera fe, como si el asunto fuera cuestión de creencias particulares en lugar de un simple y prosaico movimiento de pesos y centavos.
Al final del cuento trienal, Juan Pueblo-Vallarta quedo más jodido, con menos áreas públicas, con una hacienda en quiebra y consecuentemente con una deuda pública histórica e histérica…ah!… pero eso sí, sus representantes populares, especialmente los agoreros del futuro “bienestar” quedaron bien fondeados, contentos, gorditos, felices y relinchando, exhibiéndose en la comuna como “hombres de éxito”. ¡Vaya ilusionismo! Uno de ellos, que para muestra sirva un botón, toco la cárcel por no devolver un auto que pidió prestado para ser usado en campaña.
Hoy los “Representantes” Populares de un Vallarta nuevo, pujante, que vive ya en el futuro anunciado nos salen con los mismos argumentos. Fíjese usted que los bienes inmuebles que se llevan a la vendimia, se venden precisamente porque no se usan. ¿Y por qué no los usan? Porque simple y sencillamente no quieren usarlos. Igual que antes buscaron el deterioro de los bienes inmuebles, como fue el caso del estero o de los parques para justificar su venta y/o concesión a precios de verdadera risa loca. Verbigracia revisen los contratos que se hicieron. En realidad los bienes inmuebles públicos históricamente han servido para remediar las necesidades particulares de los regidores negociadores.
Siempre la misma letania, siempre el mismo catecismo.
Pero bien, ese no es el punto sino que fíjese usted, los bienes inmuebles SE VENDEN PORQUE NO SE USAN, Y Juan Pueblo reflexiona…EL MALECON SI SE USA…y por eso lo concesionan?
En otras palabras, si un bien público, no se usa ese es un pretexto para venderlo a precio castigado y si se usa entonces es pretexto para concesionarlo a precio castigado, el caso es que sea como sea, Juan Pueblo siempre sigue pagando el pato.
Siempre la misma letania, siempre el mismo catecismo.
Pero eso no es todo, los Representantes populares todavía nos piden que les tengamos fe celestial en un asunto terrenal que es de pesos y centavos que quedaran muy bien acomodados en beneficio de particulares vea usted avalúos catastrales…
Siempre la misma letania, siempre el mismo catecismo.
Los empleados de Juan Pueblo buscan convencer a Juan Pueblo de que a la hora que lo están robando le están haciendo un bien porque buscan solucionar la deuda pública que dejo otro Representante popular depredador que también robo a Juan Pueblo pero al que no quieren exigirle responsabilidad alguna porque para qué?…si ahí está el menso de Juan Pueblo que paga porque le peguen….y…. deja que le metan la mano a todos los cajones del dinero sin decir esta boca es mía, lo que de pasada también les deja ganancia a los “benefactores” populares. O sea, a la hora que le están acomodando a Juan Pueblo una puñalada trapera, le están diciendo que no crea que lo estén matando.
Siempre la misma letania, siempre el mismo catecismo.
Para acabar de poner la cereza en el pastel, desde secula…seculorum y desde endenantes, sale oportunísimamente el líder cetemista, Rafael Yerena Zambrano, quien al más puro estilo clerical, monástico y eclesiástico, desde siempre que hay un golpe de bolsa a Juan Pueblo le da por repartir bendiciones institucionales a los que agandallan y terribles satanizaciones y excomulgaciones a los opositores al agandalle argumentando que lo que se hace es una acción impopular pero necesaria, en otras palabras, disminuir la hacienda pública es algo que no es bien visto pero es necesario según él, faltándole aclarar para quien es necesario y donde se encuentran las justificaciones que indican que esa solución es la UNICA y NECESARIA existente en este vasto universo, lo que de pasada deja en Santa Paz a los miembros de su partido que saquearon con anterioridad la hacienda pública y a quienes el propio líder apoyo para llegar al poder y ahora apoya también abriendo el camino a la nueva camada de futuros ricos que sacaran su tajada de esa medida “necesaria” que pretenden hacer pasar como un “beneficio” al victimado. ¡Vaya Aquelarre! Y eso que no estamos todavía en octubre.
Siempre la misma letania, siempre el mismo catecismo.
También se tuvo el “show” de Nacho Guzmán, quien se salió olímpicamente de la cancha a la hora de tomar la decisión, como para que no lo “asociaran” al golpe de bolsa que se planeaba pero tan pobre es su estrategia como su compromiso con la ciudadanía. Su voto en ausencia, conforme al reglamento de votación del Cabildo SI CUENTA A FAVOR DE LA DECISION MAYORITARIA. Eso sí, dejo bien instruidos a sus peones regidores quienes argumentan la fidelidad que le deben a Nacho por haberles dado el puesto de regidores; olvidan que el voto y el sueldo lo puso y pone Juan Pueblo, no Nacho…¡lastima de regidores de kermes…envueltos todavía en la esclavitud del patronaje compra voluntades de finales del siglo pasado!.
Siempre la misma letania, siempre el mismo catecismo.
En fin, se ve terriblemente absurdo que los regidores le pidan a Juan Pueblo comprensión, fe, o que les crea los cuentos chinos que exhiben a la hora de robarlo…. si andan en esas andanzas por favor, al menos un poco de respeto, no pretendan robar a Juan Pueblo y al mismo tiempo ponerle las orejas de burro, recuerden que Juan Pueblo les paga la comida que llevan a su casa y pretenden que lo representen bien y si no saben o no quieren hacerlo al menos no insulten su inteligencia.