Infractores Apapachados

Carmen Alicia Castelo Rubio.

El perifoneo en las calles, actividad que esta prohibida en el Reglamento de Comercio se ha convertido en un verdadero problema para la población. A todas horas circulan los comerciantes vendiendo a gritos gas, agua, ciruelas, camarones, nieve, pinas, fresas, etc. etc., en el caso de la Colonia Versalles, específicamente en la calle Viena entre las 9 y las 11 de la mañana se reportan un minimo de cinco peritoneos, esto es, un perifoneo cada veinte minutos. Reglamentos a cada reporte responde que enviaran a los inspectores, si las quejas continúan el encargado de la base asegura nuevamente que ya se envió a los inspectores, pero vaya usted a saber que pasa pues a pesar de los inspectores enviados a poner orden, los perifoneadotes siguen transitando y repasando las mismas calles como cucarachas en quemazón y los inspectores bien gracias. Al dia siguiente se repite el mismo circo gubernamental, porque de esa forma están trabajando.
No es creíble, por ejemplo, que ningún inspector en todo el municipio no se haya topado con los gaseros que perifonean por todas las calles del puerto, maxime si tanto ellos como los gobernantes son consumidores de gas.
Lo que si esta para irse de espaldas peinados para atrás es que además de hacerse la Autoridad Sorda ¡hagame usted el favor! Los regidores, los representantes del pueblo, esos que protestaron respetar la constitución y todas las leyes que de ella emanaran, esos que prometieron servir al pueblo se ponga a analizar si paran o no el perifoneo, en otras palabras, se ponen dizque a averiguar si debe permitir o no violar la reglamentación municipal, si le hacen caso a la ley, al orden o siguen fomentando el desorden mientras cobran muy bien por imponer el orden.
¿Desde cuando en un estado de derecho los regidores de un municipio tienen que estudiar si se acatan o no los reglamentos municipales por quienes están ahí para hacerlos cumplir? ¡Solo en Vallarta!
Luego faltara saber en cuanto tiempo obtendrán un resultado de tan concienzudo análisis sobre el acatamiento o no de la reglamentación municipal que ellos mismos aprobaron antes, lo que puede abarcar todo el trienio o bien pudieran sacarse de la manga que van a quitar ese articulo del reglamento para hacer legal lo ilegal como les paso a los carniceros.
Por tal razón que bueno que los vecinos estén organizándose para buscar conservar la tranquilidad de sus vecindarios antes que las zonas habitacionales se conviertan en verdaderos mercados persas con niveles de ruido por encima de los 68 decibeles que marca el reglamento de Ecología.
Habrá que preguntarles a los regidores si tambien van a someter a lupa ese estorborso artículo sobre el nivel del ruido. Y si bien el Presidente Municiopal, el Síndico, el Oficial Mayor de Padrón, y Licencias, los inspectores y toda la corte celestial señalan que el perifoneo esta prohibido, lo cierto es que ahí estan los perifoneadotes dando vueltas como Juan por su casa, diciendo como el ranchero “ta’ gueno, tu” lo que lleva a concluir que poco importa lo que diga la Autoridad siempre que el discurso, la accion y la ley no sean uno y mientras esa realidad no cambie, el estribillo del Alcalde de “estamos trabajando” se convierte en frase vacía sin contar que, al adoptar la Autoridad Municipal esa postura permitir la violación de los reglamentos propicia que los infractores sigan aumentando y los problemas se sigan multiplicando.
Lo mas deprimente es contemplar el bajo nivel de la capacidad analítica de los funcionarios que, mezclada con su perspectiva maniquea de los asuntos públicos, al estilo taravisa, muestra en sus declaraciones el miedo a dar respuestas negativas o positivas contundentes como si fuera pecado mortal fijar una postura clara e indubitable.
En lugar de eso tibia e isabelinamente se ponen a perder el tiempo o darle largas a un asunto tan simple buscando consensos para ver si aprueban o no la obediencia a la ley en lugar de ser los primeros en acatar y hacer cumplir los reglamentos municipales de lo que se infiere otra vez mas de lo mismo; los regidores actúan como si fueran delincuencia organizada, convirtiendose en verdaderos estudiosos-escapistas de la ley, ¡claro! con planteamientos porque que tal si dan un dictamen negativo diciendo que se obedezca la ley y luego el ayuntamiento ocupa a los perifoneadores y estos le hacen el feo al ayuntamiento, no, no, no, Dios agarre confesados a los regidores si se atrevieran a herir la exquisita sensibilidad de los infractores sin contar que el reglamento también se pudiera voltear en contra del mismo ayuntamiento. ¡Vaya brillante reflexión!
De seguir así, los regidores seguramente terminaran por pedir que se derogue toda la constitución y todas las leyes habidas y por haber porque que tal si estando estipulado algo en la ley, no obtienen un consenso para acatarlas y corren el riesgo de que también les apliquen la ley a ellos, no, no, ante este escenario y con ese nivel de profundidad analítica no dudemos que los regidores vallartenses, verdaderos defensores de la legalidad y seguridad jurídica del pueblo resuelvan desaparecer todas las leyes incluidas hasta las leyes naturales y universales y por unanimidad aprueben que lo único válido de aquí para el real serán los consensos fregones que conceptúan el desorden disimulado como un “orden humanista”, como una cuestión práctica, como un acto circense. ¡Si señores! que leyes ni que nada, puros consensos negociados y el que saque mas consensos sera el mas fregón aunque se lleve de corbata a los desconsensados…¿a poco no esta actitud un precioso caldo de cultivo para seguir fortaleciendo el desbarajuste en el municipio?
Por lo pronto…que bueno que los vecinos se sigan organizando porque así como va el barco y las tormentas que se avecinan mas vale que los ciudadanos ejerzan acciones contundentes para que hagan valer el respeto a sus derechos.

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