* Se manifestaron frente a la casa de Paniagua, pero este no salió mientras que varias patrullas y policías lo protegían de un pequeño grupo de ejidatarios ancianos. * Acusaron a Paniagua de gobernar con impunidad y corrupción, le exigen que saque sus manos del conflicto que se libra entre Julio Larios como presidente del Ejido y ejidatarios afectados por la expropiación
Por Paty Aguilar
La tarde de este jueves 8 de marzo 2010, un grupo de ejidatarios de San Juan de Abajo que pretendían reunirse en el salón ejidal ubicado frente a la plaza pública de esta comunidad, fueron impedidos para hacerlo por parte de la policía municipal quienes se apostaron en la puerta del salón ejidal. Cuestionados los policías sobre el motivo de su presencia, solo atinaron a decir que “nosotros solo seguimos instrucciones de nuestro director”.
En la primera ocasión, los policías municipales impidieron al ejidatario, José de Jesús Sánchez Fletes, acercarse a la puerta del salón dado que a las cinco de la tarde tendrían una reunión los ejidatarios que fueron afectados en sus parcelas por la expropiación que se hizo de parte de sus tierras para la construcción de los canales de riego, pero que por disposición del TUA, los recursos de ese dinero que les correspondía terminó por ser repartido entre todos los ejidatarios dado que en la sentencia definitiva del juicio que se entabló para tal fin, se concluyó que las tierras del Ejido son de uso común.
Es por ello que su reunión consistiría en buscar propuestas para distribuir el dinero producto de esta expropiación lo cual se calcula en casi 20 millones de pesos para repartirse entre 310 ejidatarios aproximadamente. Sin embargo, un día antes, el presidente del Consejo de Vigilancia, Jesús de la O, se negó a abrirles el salón, le pidieron las llaves y también se las negó, según Informó, Sánchez Fletes quien calificó su actuar como una violación a sus derechos ejidales, ya claramente le dijo que él solo estaba siguiendo órdenes de Julio Larios.
Y es que a las diez de la mañana de este viernes 9 de marzo 2010, el Comisariado convocó a una Asamblea general precisamente para determinar la forma en que dicho dinero se debía entregar a cada ejidatario y pretendían ponerse de acuerdo sobre cual sería la mejor forma de hacerlo con el fin de que se beneficiaran todos, ya que Julio Larios pretende rebajarles dinero de lo que les corresponde para pagar varios millones de pesos que les debe a los abogados que pagó para quitarles el dinero a los ejidatarios afectados que en su momento fueron 160, parte de los cuales estaban ahí presentes.
Sin embargo, los policías municipales les impidieron el paso a su salón ejidal bajo el argumento de que eran ordenes de su director, Joel Rubén Cerón Palacios, quien dos horas antes había anunciado en rueda de prensa que dejaba el cargo de director interino de esta corporación municipal, nombrando al subdirector administrativo, como encargado del despacho, esto sin la presencia del alcalde.
Minutos después llegaron más ejidatarios y encabezados por Rosalío García Martínez, se acercaron a la puerta del salón, pero nuevamente los policías les negaron el paso. Entonces, Rosalío García, les cuestionó el motivo de su actuar, obteniendo como respuesta la misma antes dada.
Ante tal situación, el grupo de ejidatarios se encaminaron a la casa del Presidente municipal, Héctor Paniagua Salazar, que se ubica a una cuadra de distancia del salón ejidal. Cuando los inconformes llegaron a la esquina de la casa de Paniagua, llegaron más patrullas municipales, las cuales fueron sacadas de sus comunidades, como San Vicente, El Porvenir, Valle de Banderas y las propias de San Juan de Abajo con el fin de custodiar al alcalde contra una treintena de ancianos ejidatarios que lo único que solicitaban del alcalde era que les dijera el motivo del por qué los policías municipales les estaban impidiendo entrar a su salón ejidal.
Los escoltas del alcalde, se apostaron en la entrada de su casa y solo se limitaron a mirar al grupo de ejidatarios. Rosalio García luego de darse cuenta que el alcalde no atendió su solicitud de que saliera de su casa para que les explicara lo que estaba ocurriendo, señaló que le quedaba claro que el presidente municipal estaba interviniendo de manera impune con la fuerza pública en asuntos de competencia ejidal haciendo uso de recursos municipales para tal fin, ya que aseguró que no era facultad del municipio impedir la entrada de los ejidatarios a su casa ejidal.
Asimismo, aseguró que el presidente municipal a través de su policía, estaba violentando sus garantías individuales y que su queja la harían llegar al gobernador del estado, Ney González Sánchez y a las autoridades correspondientes ya que Héctor Paniagua Salazar, hasta el momento de manera impune estaba interviniendo en los asuntos del Ejido de San Juan de Abajo y que ya estaban hartos de eso y de que estuvieran robando a los ejidatarios a través de Julio Larios y compañía.
Asimismo, agregó que el gobierno de Paniagua se estaba dando en un marco de impunidad y corrupción y que ya no estaban dispuestos a seguir tolerando su intromisión en los asuntos de su Ejido. Luego, el grupo de ejidatarios se retiró del lugar echando pestes contra la falta de atención de parte del alcalde quien no salió de su casa a darles la cara, cómo ellos lo manifestaron.
Finalmente, José de Jesús Sánchez Fletes, comentó que las acciones del alcalde, Héctor Paniagua Salazar solo estaban aumentando la división de los ejidatarios, sin embargo, al reflexionar, dijo, “o a poco esa es la intención de Julio Larios y de él porque les conviene tenernos divididos para seguir beneficiándose del Ejido” concluyó.