• Para que el ayuntamiento de Puerto Vallarta exija cabal separación de la basura, es porque debe contar con la infraestructura y equipamiento al 100%
Por Mauricio Lira Camacho
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Para el gobierno municipal de Puerto Vallarta, que hoy encabeza Salvador González, los programas ambientales son superficiales y no son prioridad, informa Jorge Téllez, integrante del grupo ecológico Nuestra Tierra A.C.
El contexto es general ya que Jalisco y sus municipios por ejemplo, no tienen el interés de dar prioridad a las cuestiones del medio ambiente, ecología y conservación de la montaña.
El ejemplo más claro es el servicio de la basura, carente de programas preventivos, de conciencia y educación.
De una falta de infraestructura, recursos y óptimo servicio de recolección de residuos, tanto en la zona turística, de hoteles y en las colonias.
El panorama es más grave, dijo Téllez, debido a la falta de recursos económicos, que podrían ser aplicados a campañas de información, compra de equipo, infraestructura y cursos de capacitación, orientado a separar, recolectar y disponer finalmente la basura que genera Puerto Vallarta que en temporada baja tiene 450 y en temporada alta, hasta 700 toneladas diarias.
En este contexto, el maestro en ciencias en el centro universitario de la costa, CUCPV, de la Universidad de Guadalajara, U. de G., dijo en entrevista que para Puerto Vallarta en este momento el problema es difícil aunado a que los gobiernos sean del estado o de municipio no contemplan una prioridad lo que es la política acerca del medio ambiente y la ecología.
Cabe destacar que por disposición de la Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de Jalisco, SEMADES, a cargo de Martha Ruth del Toro, a partir de este primero de enero del 2010, en todos los municipios es obligación la tarea de la separación de la basura, de lo contrario, para quien no cumpla se emitirían sanciones.
Actualmente ningún municipio de Jalisco, cumple con el 100% respecto a la separación de la basura.
En el caso de Puerto Vallarta, se puede advertir que en la gente hay una idea de que a pesar dicho programa pudiera llevarse a los hogares, sobre la separación no existe el mecanismo ni el equipamiento para que la autoridad así lo haga al 100%.
En función de eso, la propia autoridad municipal ha hecho caso omiso respecto de la separación de la basura.
Existe un proyecto político en el fraccionamiento Vallarta 500, para la separación de la basura, se desconocen los resultados, pero bien podría ser interesante conocer el proceso que se tiene una vez que las familias sacan la basura de sus casas.
Nadie sabe a ciencia cierta que ocurre.
Hay un círculo vicioso porque en algunas colonias, los padres de familia mandan a sus hijos a tirar la basura y en el caso del fraccionamiento antes citado, los pequeños no acuden al contenedor, sino que avientan los residuos en el parque.
Los menores no están capacitados para generar un programa de esta naturaleza, se ha venido dando una promoción por los medios, pero los niños ni son radioescuchas ni son lectores en potencia.
El programa está incompleto debería haber un proyecto especial para los niños, sería fundamental una práctica educativa.
Ahora, por otra parte sanciones económicas a quien tire basura no es recomendable, si en este caso, la autoridad no tiene la infraestructura necesaria.
Podría ser complementaria multar a la gente, pero no en estas condiciones que tiene Puerto Vallarta.
Por lo que recomendó en este momento, es tener el programa completo, instalaciones, infraestructura y equipamiento necesario pero sin recursos económicos, no se puede hacer nada.
Lo que hace falta entonces es un acercamiento de la autoridad con el ciudadano a través de la participación ciudadana.
En general, en Jalisco el programa de la separación de la basura, concluye Téllez, “los planes ambientales en el estado y sus municipios son superficiales, los proyectos no son prioritarios”.