• En la auditoría que sobre las luminarias en la segunda etapa del proyecto del rescate del centro de la ciudad, se mencionan a presuntos responsables, entre ellos, del entonces director de turismo
Por Mauricio Lira Camacho
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Enrique Tovar se desmarca de las acusaciones sobre presunta corrupción en el tema de las luminarias que fueron adquiridas en la segunda etapa del proyecto del rescate del centro de la ciudad, como lo indica la auditoría que concluyó el contralor Miguel Ángel Rodríguez Curiel.
En respuesta a estos señalamientos, quien fuera director de turismo en el trienio de Javier Bravo Carbajal, asegura esta auditoría no es más que una venganza de la contraloría, porque Enrique Tovar, como lo aseguró en entrevista tiene una demanda civil contra el ayuntamiento de Puerto Vallarta.
El motivo, de su bolsa gastó 80 mil pesos, para encabezar actos de representación a nombre de la administración y después, pese a que mostro facturas y comprobantes de los gastos, el ex presidente municipal, Javier Bravo y ex tesorera, Aurora Arreola, ya no le reembolsaron.
La dirección de turismo municipal, nada tuvo que ver con el procedimiento de adquisición de luminarias en lo que se denomina proyecto de la segunda etapa de rescate del centro histórico de Puerto Vallarta.
Documento que fue ampliamente publicado por este medio de comunicación, en el que en el apartado de las responsabilidades, se mencionan como responsables del proceso irregular de adquisición y costo e luminarias al entonces presidente municipal, tesorera, contralor, jefe de adquisiciones y turismo municipal.
En entrevista dijo Tovar que al estar leyendo sobre la compra y uso de luminarias, así como una lista de funcionarios y ex servidores públicos, involucrados en una posible red de corrupción, el ex funcionario comentó esto se trata de un revanchismo.
Destacó repasé las actas de entrega-recepción de Marcelo Alcaráz a mí, y de mí a José Luis Díaz Borioli, al reafirmar que la Dirección de Turismo jamás se involucró con alguna compra de materiales o equipo urbano que tuviese relación con la remodelación del centro.
“Después de confirmar lo anterior con amigos que aún trabajan en presidencia, me quedó claro, que en efecto; ni Marcelo ni tu servidor, jamás firmamos ninguna requisición de compra de ningún material para dicho proyecto.
Que quede claro, dijo, esa fue obra pública, “quiero además especificar, que la dirección de turismo, solo actuó como enlace y coordinadora de los trabajos. Nuestro papel se concretó en ser el puente entre los comerciantes y propietarios de las fincas a remodelar, y la oficina responsable de la remodelación, para ser más explícito; si algún propietario o arrendatario no estaba conforme con los trabajos, nosotros hacíamos la labor de gestores y conciliadores entre las partes para que todo mundo quedara satisfecho.
Después del análisis obligado, no me queda más que la siguiente reflexión, el que mi nombre se maneje de parte de la contraloría, en un posible acto de corrupción, solo tiene una interpretación: venganza pura.
Esto por la demanda civil que interpuse, o perversidad extrema del contralor, dijo Enrique Tovar, “ojala y esto no sea solo cortina de humo para desviar la atención del pueblo y en verdad se continúe con el caso y se finquen las responsabilidades apropiadas sin enlodar nombres de personas inocentes”, concluyó.