Zona Chica

Semana 52

Por Hugo Lynn Almada

Es la última semana del año. Estamos obligados a hacer un recuento de lo que el 2010 nos dejó. Hace casi un año que el nuevo gobierno municipal inició con su gestión. Recibió la administración con números rojos, y durante el 2010 no hubo creatividad ni intención real de mejorar la balanza en la hacienda municipal.

El gobierno municipal recibió el año con montículos de basura en las calles; decenas de empleados municipales inconformes por la falta de pago de sus retribuciones anuales y muchas expectativas generadas por un joven político que prometía mucho desde  la base de su frescura.

A un año de gobierno sigue acumulándose la basura, problema agravado por la falta general de mantenimiento en la ciudad. Sin duda El 2010 lo recordaremos como el año de los baches, los que se presentaron en las calles y los generados en el sentimiento colectivo por la ausencia de resultados de la joven promesa que despacha en Palacio Municipal.

2010 fue además el año del granadazo en el Pinkcheladas, propiciado en buena medida por la falta de supervisión en la entrega de permisos para la expedición de bebidas alcohólicas. Recuerde el lector que el antro se encuentra adjunto a una cancha deportiva lo que de entrada es ilegal, además de no reunir las condiciones mínimas de seguridad para los asistentes.

Fue el año del encubrimiento. La propia contraloría municipal encontró suficientes elementos para determinar que se cometieron delitos que pudieran resultar en castigos de cárcel para sus responsables y el Alcalde decidió no actuar en consecuencia. Dejó que el protagonismo de actores secundarios se impusiera y abandonó su obligación de cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanan.

2010 fue otro año de crisis para el destino. La resaca de la crisis económica y sanitaria aún se resiente en muchas empresas, que además se vieron afectadas por el cierre de operaciones de Mexicana, el cierre parcial de la carretera federal 200 por la caída del Puente Ameca, la ausencia de mantenimiento en la ciudad y la inseguridad generalizada en el País.

2010 no ha sido un buen año para Vallarta y aunque a nivel nacional los indicadores económicos hablan de una recuperación, la sensible industria turística sigue temblando por la precaria y convulsa estabilidad y paz social mexicana.

MANCHÓN PENAL

Ven la tempestad y no se hincan. El 4% de incremento salarial a empleados municipales como aseadores, jardineros, electricistas, secretarias y auxiliares de oficina  es apenas un acto de justicia, pero que el mismo rasero se aplique para autoridades y directivos insulta. En los miles de pesos de salario de Alcalde, Regidores y Directores el 4% más es un aumento de muchos millones más al año.

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