• Como este caso hay muchos en Puerto Vallarta que lamentablemente, carecen de justicia
Por Mauricio Lira Camacho
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A tres meses del cobarde atentado contra la joven Brenda, sus agresoras menores de edad, todavía siguen libres, impunes, mientras tanto la chica a quien le cambió drásticamente su vida es posible regrese a estudiar en una escuela abierta.
Su recuperación ha sido lenta y dolorosa, pagó por algo que nunca hizo, fue objeto de las circunstancias, sin embargo, su familia y ella deben salir adelante.
De escasos recursos, su madre ha hecho frente a la adversidad y aguantar casi diario las amenazas de muerte que todavía retumban en su celular.
En tanto las menores de edad que la golpearon y aventaron de un puente colgante, se siguen riendo de la justicia.
Hoy Brenda recibe apoyo, un celular, cama nueva, asistencia médica y la posibilidad de regresar a las aulas.
Aunque la condición física dejará mucho que desear, pues los golpes internos fueron severos.
Brenda Elizabeth Urrutia es un hecho estudiará en una escuela abierta.
Cabe destacar que el caso de esta chica, todos nos dimos cuenta, por los medios de comunicación e integrantes de diversas comisiones en el pleno de la ayuntamiento, acerca de la gravedad del asunto, así lo dijo la regidora Ana Carina Cibrián.
Entre ellas, de asistencia social, derechos humanos acudimos para estar presente en las necesidades que se requerían de momento.
En una sesión se le hizo del conocimiento al presidente municipal, “como el caso Brenda tenemos muchas en la ciudad, en el que es evidente el punto de violencia que debemos frenar”.
En muchos ámbitos y sectores, debemos tener siempre para ayudar y que penoso que esta chica fue víctima de la injusticia.
Ni siquiera tuvo culpa de nada y su vida ya cambió de manera radical.
Que estas cosas no vuelvan a ocurrir, esto da mucho para reflexionar y algo debemos hacer.