* Primero buscó entrevistarse el viernes con el Director de SP pero no se lo permitieron. Preguntó por los nombres de los policías, tampoco se los dieron y el domingo estos mismos policías lo golpearon, lo amenazaron y lo corrieron de Bucerías so pena de desaparecerlo.
Por Paty Aguilar
En la averiguación previa bajo el expediente BUC//1/082/2010, quedó asentada la denuncia penal en contra de los elementos de policía municipal que a bordo de la patrulla S-061 a las cinco y media de la mañana de este domingo 28 de marzo 2010, en la comunidad de Bucerías golpearon y amenazaron con “levantarlo y desaparecerlo” si lo volvían a ver en el municipio al ciudadano, Arnulfo Javier Beltrán Casas de 33 años de edad quien dos días antes anduvo preguntado por ellos porque dejaron ir a un taxista de Guadalajara con un buen número de celulares propiedad del afectado.
El viacrucis de este ciudadano inició la noche de este viernes 26 de marzo cuando acompañado por el señor, Alejandro Hernández García de 60 años de edad, contrató el servicio de un taxi en la ciudad de Guadalajara con el fin de trasladarse a Bahía de Banderas para vender en un tianguis celulares reparados por él mismo ya que ese es su oficio, pero además debía de presentarse a una audiencia con un juez porque está peleando la custodia de su hija con su exesposa y tenía que presentarse el viernes por la mañana.
Comentó el entrevistado que antes de llegar a Compostela llegaron a Ixtlán del Río donde compraron un seis de cervezas, pero cuando llegaron a Compostela donde se detuvieron a realizar más compras, se dio cuenta que ya no traía su cartera, motivo por el cual le dijo al taxista que para pagarle el servicio se tendrían que regresar a Guadalajara o bien que los llevara hasta Bahía y ahí esperar hasta que abrieran una casa de empeño para dejar algunos de sus celulares y pagarle el viaje, alternativa esta última que el taxista aceptó, ya que habían acordado que le pagaría mil pesos por el viaje y el pago de casetas, además de que le dio 500 pesos para la gasolina.
A Bucerías arribaron aproximadamente a las 7 y media de la mañana del viernes en mención, buscaron un lugar donde estacionarse y después, Arnulfo se fue a la Cruz de Huanacaxtle a buscar a su expareja con el fin de obtener el dinero para pagarle al taxista, para ello, don Alejandro se quedó con el taxista.
Es el caso, que cuando regresó, solo encontró a don Alejandro, el taxista ya se había ido con todo y sus celulares que según el quejoso, su costo ascendía aproximadamente 8 mil pesos. Y es que mientras él andaba en la Cruz, como a las 7 y media de la mañana, llegó la patrulla S-061, al parecer con cuatro o tres policías a bordo, al lugar donde estaba el taxi, fue entonces que el taxista les informó que sus viajeros le debían el pasaje desde Guadalajara.
Ahí mismo, los policías conveniaron con el taxista que se cobrara con los celulares, cargadores, memorias, bocinas para celulares, herramienta para su trabajo y USB, entre otros cables, que traía en unas maletas y luego le pidieron que se retirara del lugar. Don Alejandro no pudo hacer nada, así que cuando llegó Arnulfo al lugar, le explicó lo que había pasado.
Ante tal arbitrariedad, Arnulfo y donde Alejandro se trasladaron a Seguridad Pública en Valle de Banderas con el fin de entrevistarse con el director, pero no le permitieron hacerlo. Luego preguntó por los nombres de los policías que iban en la patrulla en mención, tampoco se los dieron. Después intentó hacer una denuncia ante el Ministerio público, pero no se la aceptaron porque no traía el número de la unidad patrulla.
Posteriormente, se dirigió a la delegación municipal de Bucerías y ahí le dijeron que no tenían el número de la unidad y que no sabían quienes eran los elementos. Sin embargo, preguntado aquí y allá dieron con el número de la patrulla y el lunes acudieron al MP de Bucerías a levantar la demanda en mención, luego de que pernoctaron con un amigo de ellos que viven en el Pitillal, Puerto Vallarta quien además les prestó dinero para moverse.
Pero el sábado por la noche decidieron quedarse en Bucerías y por la mañana unos vándalos los agredieron y a él lo golpearon con una piedra en las costillas, motivo por el cual pidió auxilio en la delegación para pedir una ambulancia, pero las mujer que estaba atendiendo en esos momentos, le dijo que ella no era enfermera y no estaba para su servicio, le pidió su nombre y ella se negó a dárselo.
Luego marcó al 066 y pidió una ambulancia con el número económico 64, según refirió Arnulfo, pero antes de llegar la unidad de auxilio, llegó la patrulla S-061 aproximadamente a las cinco y media de la mañana, con los mismos elementos que el viernes por la mañana habían reportado a Seguridad Pública.
El quejoso señaló que llegaron como si fueran sicarios y le preguntaron si él era el de los celulares y lo empezaron a golpear cuando trató de decirles que lo que hicieron no estaba bien, que en todo caso los hayan detenido a todos para saber la procedencia de los equipos y si en verdad él no le quería pagar al taxista, reclamo que no les gustó a los gendarmes. Luego lo amenazaron con desaparecerlo si seguía en Bucerías.
Finalmente, Arnulfo Javier Beltrán Casas con domicilio en la colonia Santa Paula, primera sección del municipio de Tonalá, pidió ante el MP se investigaran los hechos, se le regrese su equipo de venta y sus herramientas y se le garantice seguridad para transitar en Bahía de Banderas sin ser objeto de violencia o agresión, incluso de perder su vida en manos de los elementos de Seguridad Pública denunciados ya que el tiene necesidad de estar viniendo constantemente debido al problema familiar que tiene con su exesposa que radica en la Cruz de Huanacaxtle.
Extraoficialmente se dio a conocer que ese día domingo a las cinco y media de la mañana dicha patrulla estaba al mando del comandante, Arnulfo Trujillo. Lo cual coincide con el mismo turno que el tuvo en la misma unidad el viernes a las 7 y media de la mañana.