• A lo largo de tan importante arteria existe un corredor de baches, que deben ser evadidos por los automovilistas durante las lluvias
Por Mauricio Lira Camacho
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Es un verdadero desastre la avenida Prisciliano “Baches”.
Está llena de enormes baches.
A lo largo de tan importante arteria existe un corredor e baches y hoyos que deben ser evadidos por los automovilistas, principalmente día y noche, durante el temporal de lluvias.
De este a oeste y viceversa, es un caudal de hoyos de todo tipo, tamaño y profundidad.
En estas lluvias el tránsito se complica, pues el agua confunde lo que es un encharcamiento y un bache.
Máxime en las noches y primeras horas del día, varios autos sufren el golpe en los amortiguadores.
Saliendo del Pitillal, a la altura del vivero, comienza vía crucis para quien no maneja asiduamente.
Los primeros hoyos están a la vista, pasando el auto lavado de automóviles y gasolinera, asoman los primeros.
Comienza así en ambos carriles, el caer constante de las llantas de los automóviles.
Los cuales arrecian, en la curva de Vallarta 750 y la cancha de futbol rápido El Penalty.
Pasando los topes para medir seguridad, están enormes hoyos, estos días cubiertos de agua producto de las lluvias.
La cantidad de baches sigue hasta las inmediaciones del lugar al que llegan turistas norteamericanos y canadienses en sus casas rodantes.
Quienes transitan por esa vialidad deben ser diestros y no distraerse, de lo contrario, caerán en uno de estos baches.
Cabe destacar que a la fecha la dirección de obras públicas, que encabeza Hugo Fernández, no ha hecho señalamiento alguno ante este grave problema.