Restauranteros, comerciantes y prestadores de servicios turísticos en el centro de Puerto Vallarta, resientes de manera alarmante que no llegue ayuda que se ha comentado habrá para ellos, con el cierre del malecón por espacio de cuatro meses
Por Mauricio Lira Camacho
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No fluye ayuda.
Restauranteros, comerciantes y prestadores de servicios turísticos en el centro de Puerto Vallarta, resientes de manera alarmante que no llegue ayuda que se ha comentado habrá para ellos, con el cierre del malecón por espacio de cuatro meses.
Es un hecho que en este contexto, los trabajos de la obra si bien es cierto no provocaron el tránsito peatonal en el paseo del Díaz Ordaz, si ocasionaron menos gente y visitantes.
Esto golpea la economía de los locales comerciales quienes resienten menos turismo.
La gente que llega en cruceros vía Administración Portuaria Integral, API, es guiada de los camiones turísticos al centro pero sin la visita al malecón.
Esto redunda en menos visitantes a los negocios, y la situación será del 16 de mayo al 15 de septiembre de este año.
Mientras tanto, pese a los reclamos de los integrantes de la iniciativa privada, de lo que se necesita para amortiguar esta crisis, no hay siquiera un plan de ayuda.
Primero, salir adelante con el pago de las rentas de los negocios por cuatro meses, tiempo que dura la remodelación del malecón.
Varios locales han tenido que recurrir al descanso obligatorio temporal de sus empleados, para aguantar la crisis, falta de ingreso económico.
Si bien es cierto, recientemente el diputado local panista, Ramón Guerrero, se comprometió en enviar exhortos al congreso, turismo y secretaría del trabajo, el próximo jueves para ayudar al sector, lo cierto opinan prestadores de servicios turísticos, hasta no ver.
Al respecto, Edgar Rafael Castro Rosales, gerente de la Destilería Vallarta, lo que antes era el restaurante Tequilas sobre el paseo Díaz Ordaz, contra esquina con el Faro en el centro, opina que si de por si Puerto Vallarta no ha salido completamente de la crisis económica que se originó a raíz de los problemas de la influenza AHNI1, la situación se agudiza, para el segundo semestre de este año.
Con motivo de los trabajos de remodelación del malecón, este negocio tiene poco más de 30 empleados, algunos de ellos a punto de irse a descansar de manera obligada.
El promedio de establecimientos en el centro es de 250 con un promedio de pago de renta, según la cámara nacional de la industria restaurantera y de alimentos condimentados, CANIRAC, de 26 mil dólares con estimaciones de 84 empleados cada uno.