Por Paty Aguilar
Ante los azorados ojos de un policía municipal, un automóvil de modelo reciente atropelló y mató al instante un brioso caballo que corriendo atravesó los cuatro carriles de la avenida Nayarit de Nuevo Vallarta, casi a la altura de la Universidad Tecnológica de la Riviera Nayarit. Los hechos se registraron casi a las doce de la noche del viernes pasado.
En el lugar de los hechos, según informó el comandante, José Zúñiga, él tenia estacionada su patrulla S-054 con las farolas prendidas sobre uno de los carriles de acceso a Nuevo Vallarta porque una manada de aproximadamente 10 caballos estaban sobre la carretera, por tal motivo, se bajó de su unidad y empezó a arrearlos hacia los predios aledaños con el fin de evitar un accidente vial.
Cuando creyó que ya todos los caballos los había metido al predio del lado derecho de la carretera de acceso y estaba tratando de cerrar los alambrados, escuchó un rechinido de frenos, volteó de inmediato y vio cómo el último de los caballos que él no había visto se atravesó corriendo, primero los carriles contrarios y luego los carriles por donde el automóvil Atitud modelo 2008 iba circulando.
Observó que el joven conductor del vehiculo, de nombre, Gabriel Armando Iñiguez con domicilio en calle Retorno Maravillas casa 7 en Nuevo Vallarta, trató de evitar el impactó dando un volantazo, pero con tan mala decisión de hacerlo hacia la dirección por donde iba corriendo el caballo, fue por ello que con el vidrio delantero la cabeza del caballo se impactó.
El golpe fue tan fuerte, que el caballo murió de forma instantánea, cabe mencionar que al parecer el chofer iba a exceso de velocidad, pero sin aliento alcohólico. A bordo de la unidad llevaba dos pasajeros más, al parecer sus amigos, un hombre y una mujer quienes afortunadamente salieron ilesos.
Al lugar arribaron elementos de tránsito y policía, Salvador Castro, Marco Antonio López y el policía, Erasmo Sarabia. Asimismo, Dionisio López, salvavidas de Protección Civil del Estado, quien con el apoyo de policías municipales y estatales, con sogas halaron el caballo de su patas y lo depositaron sobre la banqueta con el fin de liberar el carril donde quedó muerto para luego ser trasladado al relle