Blindaje Especial

Por Licenciado en Periodismo, Mauricio Lira Camacho

Sin Miedo

Salvador González no debe tener miedo para fincar responsabilidades contra Javier Bravo Carbajal.
Que no lo espante Rafael Yerena Zambrano, con eso de que tomen bien sus decisiones, porque si no luego les pasará lo que a mí.
Después de 14 años Fernando González Corona, Pedro Ruiz, y séquito de ediles panistas me pedirán perdón porque no prosperó juicio político, el cual también me sentenció María Inés Francia e Ildeliza López.
Ya ven ahora, soy la víctima.
Que no te asusten ni te espanten Chavita, tu escribe tu historia, apenas empieza tu rol político, las circunstancias son otras, que no te tiemblen las piernitas para tomar decisiones.
Fincar responsabilidades contra un gobierno corrupto es sentar precedente en la historia de Puerto Vallarta.
Si no, de que sirven las nuevas generaciones, las nuevas ideas el nuevo PRI que tanto lo presume.
No hacerlo, es solapar, es seguir con más de lo mismo, ser corresponsable y máxime cuando fue parte de la propia administración de Javier Bravo Carbajal.
Ahí está padeciendo los estragos de una paupérrima administración que en lo económico ha tenido que solicitar recientemente, una línea de crédito, que no es más que una deuda por 26.1 millones de pesos.
Tener que buscar alternativas al lesionar a los empleados municipales, no sindicalizados en el sacrificio también, de un mes de sueldo, e ir a descansar, como parte de los paros escalonados que se analizan al interior de la comuna.
Para que llega a tanto, solamente ha ganado el odio de la propia base laboral, que baje a saludar a los trabajadores, que salga a las delegaciones, que ande en campaña otra vez y solamente verá como le irá.
En colonias se la tienen sentenciada, por ello su avanzada solamente va a los lugares donde no lo pueden agredir y para que nadie se entere.
Pero bueno mientras Chavita no haga lo que tiene por enmienda las cosas seguirán de mal en peor.
Se pronostica un nada halagador panorama para este segundo semestre del año y fin por el pago de aguinaldos y prestaciones.
Ya tiene autorizado un préstamo de 26.1 millones de pesos, para garantizar nómina, no hay problema, pero y el pago de pensiones del estado y proveedores y la deuda de obra pública cuando.
Gasto corriente, pendientes, contingencias, pago de esta misma deuda antes de septiembre del 2012.
Újule la verdad pobre alcalde, pasará a la historia como el primer edil en pañales que no supo ni que pasó.
Dice, que hay que entrarle al toro por los cuernos, pues sí, pero sin que tiemble la mano, esa es la diferencia contra las grandes diferencias.
Y si a eso le sumamos, una bola de funcionarios snobs, fresas, mamones y de caché que ya con el poder se transforman.
Nada que ver a ese Alejandro Peña, tranquilo, relajado y trabajador de IP, que ahora con la jefatura de Reglamentos, anda de lo más mamfleix y esta es la última que hizo.
Borracho o tomado con muchachitos, quiso que ampliaran por sus evos, el horario de un antro donde estaba pisteando, así le gritó al dueño que no se asustó y le respondió, aquí mando yo, y yo decido a qué hora cierro y en este momento mi negocio cierra.
Y cerró, dejando a Ale y sus muchachitos con la copa en mano y en la calle.
Así o más amoncitos.
Aquí va la historia contada, “resulta que Alejandro Peña, fue a un bar que está dentro de un LA PLAYA, expendio de alcohol, abajo de Península.
“Bueno, estaba Alejandro Peña con su séquito de muchachitos y muchachitas, puro mocoso, pues que se da la hora de cerrar y que va el mesero y le lleva la cuenta, igual que a todas las mesas”.
lemente amor’s! dice:
“Se oye que dice un chavillo, no, es que aquí está Alejandro Peña, y el mesero pregunta quién”.
“Alejandro Peña, el jefe de reglamentos, le responde el chavillo”.
“Y dice el mesero, si pero vamos a cerrar”.
“Alejandro le habló al mesero y le dijo soy hip, el jefe de reglamentos dile a tu jefe que le doy permiso de no cerrar”.
“Va el mesero con su patrón y los chavillos bien subidos, como se tragaron Nickson, se sentían en las nubes…ya ingamos”.
“El mesero va con su jefe dueño del lugar se secretean pasan la voz con Alejandro Peña”.
“Llegan y el dueño queda de frente con Alejandro mirada con mirada, el jefe de reglamentos grita tienes permiso para que no cierres, no va a pasar nada”.
“El dueño responde yo decido la hora a la que cierro y ya voy a cerrar, Alejandro se quedó de a cuatro al igual que sus amiguitos”.
“Claro que se enojaron y mentaron madres, pero el dueño cerró y aquellos salieron del lugar”.
“El dueño dijo que no le preocupaba, ni lo asustaban empleadillos municipales”.
Así o más Alejandro Peña ayudando al equipo de Salvador González.

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