Mas Nada

Por René Ibáñez

La transparencia de la obsidiana

Dicen los que saben, que el verdadero arte de la política mexicana consiste en saber disfrazar derrotas por victorias. Dominar el arte de dar verdades cuando la naturaleza es su inversa, que no es otra que la mentira. Así se gobierna en el país de los que más se masturban el ego de nacionalistas, así, en versión ranchera lo hacen quienes atracaron el municipio de Puerto Vallarta desde no pocas administraciones, como si la prioridad del funcionario público fuera el tratar al ciudadano como tarado para que en su miserable visión de gobernantes crean que todos se chupan el dedo.
Y es que el ejercicio político no alcanza ni para definir rumbos estables para el municipio, vaya ni siquiera para limpiar la administración de posibles encubrimientos cuando desde la no trasparencia se remoja en agua puerca todos los temas que deberían de ser trasparentes para el ciudadano como lo es el manejo de los recursos públicos. No es el asunto de las lámparas la enfermedad de nuestras miopías políticas sino un mero síntoma de este grave problema de la política vallartense.
Remato con Levinas, “Lo que exijo a mí mismo no es comparable a lo que tengo derecho de exigir al Otro. Esta experiencia moral, tan trivial, indica una asimetría metafísica: la imposibilidad radical de verse desde fuera y de hablar en el mismo sentido de sí y de los otros; en consecuencia también la imposibilidad de la totalización”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *